sábado, 5 de enero de 2019

LA HISTORIA DE SIEMPRE

Cada mirada es anticipo,
una alerta verde y lánguida.
Un fruto envenenado,
apetecible a los ojos
y tantas veces saboreado.
Cada encuentro un hechizo,
de despertar amargo
y sin antídoto conocido.
Cada elogio es una flor
al poco tiempo marchita,
poesía remanida
que seguida de tus actos
resulta prosa vacía.
Cada promesa implícita
es vino que no era de guarda,
invierno sin lumbre,
pintura sin marco,
mariposa sin alas.
Cada beso es agridulce,
entrecortado, casi postrero.
Ácido caramelo,
fugaz y pequeña limosna
que ni disfrutar puedo.
Cada sonrisa es anestesia;
me mantiene adormecido
hasta que la desazón, 
amiga entrañable,
toma mi mano, acaricia mi pelo
y me ofrece su consuelo inexorable.
Cada frase no viene sola,
bajo su ropa, un puñal
que con disimulo inocultable
da por fin su estocada
a mis flancos vulnerables.
Cada queja es recurrente vinilo,
déjà vu en sus acordes,
fritura en sus sonidos,
estrofas de versos pobres
y ecos de días vividos.
Cada propuesta es brumosa
cada primavera invierno,
cada caricia insuficiente y,
posteriormente,
cada silencio eterno…


Pablo /  @DruidBlogger


"Dicen que la historia se repite. Lo cierto es que sus lecciones no se aprovechan"
  Camille Sée






No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por tu comentario!