domingo, 6 de enero de 2019

"DESARMANDO LA NAVIDAD"

Promedia ya el día de Epifanía.
No bien concluya mi rico té desarmaré el arbolito de Navidad.
Y con él algunos planes que venía tejiendo desde hace un tiempo.
Todo se desarma, así como todo concluye.
Las fiestas ya pasaron.
Los ecos de algunas voces se irán perdiendo y pronto se confundirán con los sonidos del día y la brisa de la noche.
El corazón es un poco testarudo, como el dueño del pecho en el que reposa.
Pero la razón lo invitó a tomar un café y parece que ya aflojó.
Está bueno cuando ellos dirimen sus disensos porque en el medio estoy yo.
El arbolito terminará en una caja; como se trataba de un regalo permanecerá en el galpón hasta el próximo Adviento.
Otras cosas terminarán en una caja. 
Físicas o inanimadas, concretas o abstractas.
Algunas otras quedarán encorsetadas.
El año será bueno, lo percibo.
Me lo susurró la lluvia de la madrugada.
A los errores siempre siguen hallazgos valiosos e inesperados.
Y al fastidio lo interrumpen siempre las sonrisas; se dónde procurármelas cuando no salgan de mí mismo, así como sé dónde procurarme los abrazos nutritivos para el alma.
Hace dos milenios la estrella de oriente guió a los magos hasta un pesebre humilde y pequeño.
Del mismo modo espero guiarme por la luz de las estrellas que me guíen hacia el lugar adecuado.
Doy gracias a Dios por sus bendiciones, tantas que acaso no merezca.
Y por mis errores, de los que siempre espero seguir aprendiendo.
Aunque tratándose de ellos, preferiría cometer errores nuevos.
Porque así es la vida.
Y a pesar de los sinsabores y los desencantos, es tan bella!😍

Pablo  /  @Druidblogger



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