No envidio estar en su lugar.
Sabe bien que desde todos los "wines" la maldicen en copto, pero no tiene acabada idea de que se trata de una mayoría cada vez menos silenciosa.
Las noticias que llegan desde EEUU, Africa y la Unión Europea son por demás desalentadoras.
Los vecinos empiezan a lanzarle dardillos, como los de Dilma Rousseff o del "Pepe" Mujica.
Aunque acaso, lo que más la lastime sea la condena local, con el tribunal más exigente que pueda tocarle: el pueblo.
Percibe tardíamente, también, que quienes la rodean son una recua de imbéciles, verdaderas rémoras a los que, por lo bajo, reta como si se tratare de niños a poco de haber llevado a cabo una travesura.
Cada día debe ser para Cristina una estación eterna de Via Crucis.
La sábana corta de la economía ya no tiene arreglo. La inflación es ya un cáncer incurable, la cuarta más elevada del mundo después de la de Bielorrusia, Sudán y Sudán del Sur -la nación más nueva del planeta, en guerra con Sudán desde su escisión-. Decenas de miles de empleos menos por la abrupta caída en la construcción, casi paralizado el rubro inmobiliario, decidido retroceso de la soja...no hay resquicio para el respiro, toda vez que el cartero llega no es, por cierto, para traer buenas nuevas.
Com si éllo fuera poco, "parió la abuela": en la víspera del Día de Acción de Gracias, el polémico juez Griesa ordena el pago de U$S 1.330.- millones a los holdouts.
No hay duda, hoy le entran todas las balas que le disparan en éste, su "Camino al Gólgota".
Acostumbrados los argentinos a los sacudones de los fines de ciclo, asistiremos a un Avant Premiere que difícilmente dure tres años más...
Pablo, el druida

Muy bueno!!
ResponderEliminarIris