lunes, 26 de mayo de 2014

Duda

Cae la noche, y cuando ello ocurre siempre aflora alguna pregunta traviesa, generalmente retórica.
La que ahora sobreviene es: cómo debería llamarte cuando de vos hablo?
Acaso debería hablar de "mi ex"?
Porque si bien empíricamente hablando te has ido para nunca más retornar, no ha habido hasta el momento un "adiós", un punto final explícito, un epílogo manifiesto.
Muy cada tanto das alguna señal de estar viva, de que respirás, así como testeándome, quizás buscando como respuesta una despedida definitiva de mi parte.
No voy a entrar en el territorio fácil de pensar que poco te importo ya. Pero sí creo que te importás mucho más de lo que yo te importo. Y ciertamente no está mal, mucho menos ahora, después de tanto tiempo.
Pero la pregunta que te hice al principio no es tan simple de responderse a uno mismo, pues el amor verdadero es aquel que es para siempre y yo voy a amarte de ese modo, más allá de geografías y de almanaques arbitrarios.
Tampoco entraré ahora en la búsqueda de responsabilidades, de las que tantas tengo a la hora de analizar por qué no hemos vuelto a vernos.
Así las cosas, dos que no se reencuentran, ya no se pertenecen? Existe algún modo de calificar ese vínculo?
Cuando te referís a mí, cómo lo hacés?
Acaso te referís cada tanto a mí?
Bueno, empecé con una pregunta y finalmente aparecen otras subsidiarias. Podría haber muchas más.
No te preocupes, no hace falta me las respondas, las he deslizado tal como me salieron, en tanto la noche se devoraba a la tarde y mientras bebía un vaso de Bat 69. O tal vez dos...

Pablo, el druida



No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por tu comentario!