lunes, 2 de junio de 2014

Te extraño

Hace instantes, como ayer -como siempre-, te he dicho que te extrañaba.
Mensaje retórico que he musitado cada día, desde aquel día.
Cientos de notas, guardadas en botellas y arrojadas al mar, que nunca recibirás.
Aún así, religiosamente, yo te extraño.
Aunque ni remotamente sospeches que te hablo.
Y lo esbozo aunque sólo me escuchen los duendes y mis palabras sean prontamente fagocitadas por el profundo silencio.
Te extraño en tanto camino, mientras medito, cuando me despierto o ya deambulo por un sueño.
Como un rezo sutil te recuerdo que te extraño así como las aves reclaman su primavera.
Como ligero mantra que rememora cuánto te quiero y cuán lejos te encuentras.
Te extraño sin remedio. 
Sin atenuantes, sin consuelo.
Te extraño mientras veo pasar la película de mi vida, que siempre en vos termina.
Te extraño ya sin lágrimas, pues en mi valle ya las he derramado todas.
Cuando el alba despunta, con el coro de grillos o con el samba de la lluvia.
Cuando todo sabe a vos y la saudade me trae tu nombre.
Te extraño con el mate sin tapioca y la noche sin mimos.
Apagándome como una llama mortecina.
Extinguiéndome de a poco como el sol del crepúsculo.
Así te extraño...

Pablo, el druida





No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por tu comentario!